Más representación con menos votos.

 

Hace once meses escribía aquí que mañana será otro día, que merece la pena seguir defendiendo nuestras ideas y nuestras formas de entender la vida y que es necesario seguir buscando las utopías para conseguir un mundo mejor. Me reafirmo plenamente en lo escrito en aquella ocasión. Mañana tendremos que empezar de nuevo, intentaremos dejar constancia en este sitio de nuestras ideas y de nuestras esperanzas, aunque los recuentos electorales parezcan demostrarme una y otra vez que estoy equivocado, o al menos que estoy en minoría.

Sin embargo, esto no es real. En Galiza tendremos un Presidente que obteniendo menos votos que en las anteriores elecciones tendrá más representación. Estas cosas pasan. Y sí, podemos decir que es la ley electoral que está mal, que los políticos son todos iguales y que la oposición no daba la talla. Pero lo único cierto es que estas elecciones las ha ganado el partido de los indiferentes. Quedarse en casa fue la elección de cai un 40% de los ciudadanos. Algunos pensarán que con su actitud conseguirán que los políticos tomen nota, que su abstención obligará a los partidos a cambiar su forma de hacer política. No es cierto. Su actitud solo sirve para que sean necesarios menos votos para conseguir escaños. «El pasar de la política» no es la respuesta y no es una actitud. Simplemente es dejadez y comodidad. Puede que ningún politico nos represente al 100%, pero ese no es motivo suficiente para dejar que las cosas sucedan como si no fuese con nosotros.  Existen otros medios de cambiar la sociedad, es cierto, pero eso no impide que nos expresemos también por medio del voto.

No me cansaré de repetir que tenemos que implicarnos todos en política. No debemos limitarnos a votar en las elecciones, tenemos que participar de distintos modos, bien sea opinando, participando en los movimientos sociales o exigiendo que los políticos sean mejores de lo que son. Pero también votando. De lo contrario puede ocurrir que con menos votos se obtenga más representación. Y lo que es peor es que este aumento de parlamentarios puede llevar a algunos a pensar que se aceptan las medidas que los gobiernos están adoptando. Ya se sabe que quien calla otorga. Sobre todo cuando el silencio no se convierte en otros medios de expresión que nos permitan saber qué es lo que realmente quieren aquellos que optan por la abstención.